El Tibet ha experimentado uno de los inviernos más calurosos de los últimos años. En algunas zonas, como Nagqu en el Tíbet central, la temperatura media aumentó hasta 9 grados. La temperatura en Lhasa también se elevó seis grados. Además, las precipitaciones han disminuido un 50% respecto a la media anual. Esto ha provocado la ruina para muchos tibetanos de las áreas rurales y es la causa de multitud de incendios en Qamdo y Nyingchi.
Desgraciadamente, en los últimos años esto viene siendo habitual. El invierno más cálido de la historia en Tíbet fue en 2005-2006 y el segundo en 2000-2001. Además, éste calentamiento ha acelerado el derretimiento de los glaciales de la meseta de Tíbet. En la tres últimas décadas se han derretido una media anual de 131.4 kilómetros cuadrados. Al disminuir la extensión de los glaciales, la sequía aumenta disminuyendo la extensión de los prados para el ganado. En la meseta tibetana nacen tres grandes ríos el Yangtze, el Amarillo y el Lancang.
Para intentar evitar esto, científicos chinos están intentando hacer que nieve de manera artificial. El pasado 10 de abril consiguieron fabricar una "nevada" de apenas un centímetro.
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