Parecía que el Líbano vivía desde el final de su particular guerra civil, a comienzos de los 90, tiempos felices. Pero, de nuevo, están viviendo, en especial su capital Beirut, momentos difíciles.
Desde hace unos días están siendo bombardeados por el ejercito hebreo que, con la excusa de liberar a tres soldados de su ejercito capturados por milicias islámicas radicales están matando a decenas de civiles inocentes, entre ellos, varios niños en bombardeos indiscriminados. Sería deseable que la comunidad internacional hiciera comprender al Gobierno de Israel que el camino de la violencia sin control no es la solución para arreglar los terribles problemas que arrastra esa zona del Próximo Oriente desde hace más de 50 años. Otro problema añadido es si Siria también decide tomar parte en el conflicto con lo que volveríamos a un teatro de operaciones similar al que había hace dos décadas.
Desde hace unos días están siendo bombardeados por el ejercito hebreo que, con la excusa de liberar a tres soldados de su ejercito capturados por milicias islámicas radicales están matando a decenas de civiles inocentes, entre ellos, varios niños en bombardeos indiscriminados. Sería deseable que la comunidad internacional hiciera comprender al Gobierno de Israel que el camino de la violencia sin control no es la solución para arreglar los terribles problemas que arrastra esa zona del Próximo Oriente desde hace más de 50 años. Otro problema añadido es si Siria también decide tomar parte en el conflicto con lo que volveríamos a un teatro de operaciones similar al que había hace dos décadas.
Cuando visité el Líbano hace unos 5 años me sorprendió el fuerte ritmo de reconstrucción, sobretodo en Beirut, de edificios e infraestructuras públicas muy dañadas por varias décadas de bombardeos. Las heridas de la guerra civil todavía eran visibles en numerosos edificios medio derribados o llenos de boquetes provocados por la metralla y los morteros.
Parecía que el Líbano se había convertido en un oasis de paz rodeado de problemas geopolíticos. Hablabas con la gente y tenían esperanza en un futuro feliz y en paz y en la vuelta del turismo a un país que en tiempos de paz era destino de descanso y playa para muchos europeos, sobretodo franceses. Esperemos que los actuales acontecimientos sean pasajeros y la tranquilidad vuelva a una zona siempre inestable.
Parecía que el Líbano se había convertido en un oasis de paz rodeado de problemas geopolíticos. Hablabas con la gente y tenían esperanza en un futuro feliz y en paz y en la vuelta del turismo a un país que en tiempos de paz era destino de descanso y playa para muchos europeos, sobretodo franceses. Esperemos que los actuales acontecimientos sean pasajeros y la tranquilidad vuelva a una zona siempre inestable.
Si vais al Líbano hay varios lugares que no debéis dejar de ver, empezando por su Beirut su capital. Una mezcla de oriente y occidente y con barrios muy bonitos y tranquilos en plena reconstrucción. No podéis olvidar ciudades llenas de historia como Trípoli, Sidón o Tiro. Además de las excelentes ruinas romanas de BaalBeck, con sus festivales de música veraniegos, y el famoso valle de la Beqaa. Si estáis por Siria merece la pena pasar la frontera y pasar unos días en este país.
El Líbano fue creado como estado en 1943 como una especie de "isla" cristiana rodeada de un océano arabe-musulmán. Desde el comienzo vivió momentos difíciles acosado por sirios e israelitas que utilizaron su territorio como patio trasero para solucionar sus desavenencias. Como no podía ser de otra manera en un país dividido entre cristianos(maronitas, griegos ortodoxos, griegos católicos y otras confesiones) y musulmanes(suníes, chiíes y drusos) la guerra civil era cuestión de tiempo. Ésta estalló en 1975 y duró 15 años. Beirut fue dividido en dos partes, una cristiana, el norte y otra musulmana al sur. Caminar por sus calles era arriesgarse a morir por lo que miles de libaneses huyeron al exilio y la quiebra de una de las economías más florecientes de la región se vino abajo. A los 20.000 soldados sirios que habían entrado en Líbano en 1976 se unieron en 1982 60.000 soldados israelíes con lo que el conflicto entró en una nueva y definitiva fase. La guerra finalizó cuando las tropas apoyadas por Siria tomaron el control del país. En 1992 se celebraron las primeras elecciones libres en 20 años, pero los problemas entre las diferentes facciones no han cesado provocando aislados atentados contra destacados líderes políticos. Para liar más el tema, la parte sur del país, fronteriza con Israel, está controlada por la milicia radical Hizbolá, con lo que los problemas no parecen tener fin. El ejercito sirio abandonó definitivamente el país hace un año aproximadamente pero las desavenencias entre Beirut y Damasco continúan. La guerra civil del Líbano causó la muerte de unos 150.000 libaneses, más de una cuarta parte de la población se exilió y cientos de miles vivían como refugiados en su propio país.
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