La inauguración hace unas semanas del nuevo puente de Carrilluchayoc, que cruza el río Vilcanota en Santa Teresa ha levantado la polémica ya que además de ser declarado ilegal por la justicia de Perú está ubicado a sólo 15 kilómetros de Machu Picchu lo que provocará un acceso más rápido y fácil a la ciudadela y según la UNESCO puede suponer un desastre para las famosas ruinas incas por la precaria geografía del lugar.
De hecho ya ha crecido considerablemente el número diario de visitantes. Para las autoridades la población de Santa Teresa necesitaba un puente para salir del aislamiento y atraer el comercio y el turismo. Hasta ahora sus habitantes debían emprender un viaje de más de 15 horas a través de peligrosas carreteras y pistas sin asfaltar para llevar sus productos agrícolas al mercado de Cuzco, capital de la región. Con el nuevo puente este trayecto se ha reducido a unas tres horas. Sin embargo, las asociaciones por la defensa del patrimonio cultural peruano temen que la afluencia masiva de turistas repercuta en el estado del emplazamiento. Creen que el puente, que además se ha construido para soportar menos peso que el que realmente tiene que aguantar, se ha hecho con la única intención de hacer ganar más dinero a las agencias de viaje que trabajan en la zona. Estas pretenden llevar a unos 5000 turistas diarios, más del doble del actual. Según estas fuentes en 10 años el Machu Picchu puede desaparecer tal y como lo conocemos.
Recordemos que hasta ahora la única manera cómoda, y la que utilizaban el 90% de los visitantes, de acceder a las ruinas desde Cuzco era el tren cuyo precio era de entre 60 y 400 dólares. Ahora en autobús se podrá llegar por menos de 5 dólares.
Para la UNESCO, de visita por la zona, el puente alterará todo el entorno natural del parque arqueológico y hará imposible, además, controlar el flujo de turistas. Incluso se están planteando retirar el título de Patrimonio de la Humanidad. Según ellos la parte arqueológica está bien conservada pero debido al turismo masivo se está produciendo el desarrollo caótico y anárquico de Aguas Calientes lo que provoca la ruina del paisaje histórico de Machu Picchu.
Desde hace unos años algunos mochileros que no estaban dispuestos a pagar el elevado precio del tren desde Cuzco viajaban en autobús por carreteras muy precarias hasta Santa María, y desde allí a Santa Teresa. Después tomaban camiones hasta Aguas Calientes, la puerta de entrada a Machu Picchu.
De hecho ya ha crecido considerablemente el número diario de visitantes. Para las autoridades la población de Santa Teresa necesitaba un puente para salir del aislamiento y atraer el comercio y el turismo. Hasta ahora sus habitantes debían emprender un viaje de más de 15 horas a través de peligrosas carreteras y pistas sin asfaltar para llevar sus productos agrícolas al mercado de Cuzco, capital de la región. Con el nuevo puente este trayecto se ha reducido a unas tres horas. Sin embargo, las asociaciones por la defensa del patrimonio cultural peruano temen que la afluencia masiva de turistas repercuta en el estado del emplazamiento. Creen que el puente, que además se ha construido para soportar menos peso que el que realmente tiene que aguantar, se ha hecho con la única intención de hacer ganar más dinero a las agencias de viaje que trabajan en la zona. Estas pretenden llevar a unos 5000 turistas diarios, más del doble del actual. Según estas fuentes en 10 años el Machu Picchu puede desaparecer tal y como lo conocemos.
Recordemos que hasta ahora la única manera cómoda, y la que utilizaban el 90% de los visitantes, de acceder a las ruinas desde Cuzco era el tren cuyo precio era de entre 60 y 400 dólares. Ahora en autobús se podrá llegar por menos de 5 dólares.
Para la UNESCO, de visita por la zona, el puente alterará todo el entorno natural del parque arqueológico y hará imposible, además, controlar el flujo de turistas. Incluso se están planteando retirar el título de Patrimonio de la Humanidad. Según ellos la parte arqueológica está bien conservada pero debido al turismo masivo se está produciendo el desarrollo caótico y anárquico de Aguas Calientes lo que provoca la ruina del paisaje histórico de Machu Picchu.
Desde hace unos años algunos mochileros que no estaban dispuestos a pagar el elevado precio del tren desde Cuzco viajaban en autobús por carreteras muy precarias hasta Santa María, y desde allí a Santa Teresa. Después tomaban camiones hasta Aguas Calientes, la puerta de entrada a Machu Picchu.
Como ocurre en muchas ocasiones en este caso se contraponen por un lado las necesidades de los habitantes de la zona con la protección del importantísimo patrimonio cultural.
No hay comentarios:
Publicar un comentario