Ladakh y Zanskar
Ladakh, conocido como el “Pequeño Tíbet” pertenece al estado indio de Jammu y Cachemira y su capital es Leh. Situado por encima de los 300 metros con un paisaje desertico sólo roto por algún valle con vegetación exuberante. La cultura tibetana se respira en cada rincón. Para llegar hasta allí podemos hacerlo via aerea o por carretera. Por avión y durante los meses de verano vuelas tres compañias: Air Deccan, Indian Airlines y Jet Airways. Durante el invierno se reducen los vuelos de manera siginificativa. Por tierra es más barato pero más problemático. Se puede llegar desde varios lugares como Kargil o Srinagar, pero por lo general se llega desde la pequeña ciudad de Manali. Esta carretera suele cerrarse a partir del 15 de septiembre y no la abren hasta finales de mayo o comienzos de junio debido a las fuertes nevadas. Hasta comienzos de noviembre se puede utilizar pero bajo la responsabilidad de quien lo hace. Si llegas en invierno a Leh si que podrás visitar el valle de Nubra, al norte de Leh, ya que es la única carretera que se mantiene abierta todo el año pasando el puerto de Khardung-La situado a casi 5400 metros de altitud y que une esta zona con Kashgar.
La arquitectura de Ladakh tiene inluencias tibetanas e indias. Las construciiones más importantes son los monasterios o gompas, sobretodo, los de Lamayuru, Likir, Tikse, Hemis, Alchi y Ridzong. Sin duda el más conocido es el primero. El Monasrterio de Lamayu- Lamayuru
ru se encuentra al oeste de Ladakh en la carretera que une Leh con Kargil y Srinagar. Fue fundado en el siglo XI y es famoso por dos festivales de mascaras que tienen lugar durante el segundo y quinto mes del calendario tiebetano.
Zanskar está situado al sur de Ladakh. Para llegar allí tenemos dos opciones. Volar hasta Leh, capital de Ladakh y desde allí un viaje de dos días por tierra hasta Padum, capital de Zanskar, pasando por la ciudad de Kargil. Tambíen podemos tomar un tren desde Delhi hasta Jammu, después un bus hasta Srinagar y por último dos días más de autobús hasta Padum.
El antiguo reino de Zanskar ha dependido siempre de su vecino Ladakh y ahora, junto con gran parte de la Cachemira india es objeto de continuas disputas con Pakistán, aunque tanto Zanskar como Ladakh se mantienen algo alejados de estas confrontaciones que se quedan más al sur. De los 15.000 habitantes de Zanskar, la mayoria de ellos son budistas tibetanos y existen algunos
musulmanes que no huyeron a Pakistán a raiz de la partición del Imperio Indio al conseguir la independencia de los ingleses.
La arquitectura de Ladakh tiene inluencias tibetanas e indias. Las construciiones más importantes son los monasterios o gompas, sobretodo, los de Lamayuru, Likir, Tikse, Hemis, Alchi y Ridzong. Sin duda el más conocido es el primero. El Monasrterio de Lamayu- Lamayuru
ru se encuentra al oeste de Ladakh en la carretera que une Leh con Kargil y Srinagar. Fue fundado en el siglo XI y es famoso por dos festivales de mascaras que tienen lugar durante el segundo y quinto mes del calendario tiebetano.
Zanskar está situado al sur de Ladakh. Para llegar allí tenemos dos opciones. Volar hasta Leh, capital de Ladakh y desde allí un viaje de dos días por tierra hasta Padum, capital de Zanskar, pasando por la ciudad de Kargil. Tambíen podemos tomar un tren desde Delhi hasta Jammu, después un bus hasta Srinagar y por último dos días más de autobús hasta Padum.
El antiguo reino de Zanskar ha dependido siempre de su vecino Ladakh y ahora, junto con gran parte de la Cachemira india es objeto de continuas disputas con Pakistán, aunque tanto Zanskar como Ladakh se mantienen algo alejados de estas confrontaciones que se quedan más al sur. De los 15.000 habitantes de Zanskar, la mayoria de ellos son budistas tibetanos y existen algunos
musulmanes que no huyeron a Pakistán a raiz de la partición del Imperio Indio al conseguir la independencia de los ingleses.
A lo largo de los valles lo tibetano se mantiene presente en aldeas y en monasterios como los de Phuktal y Karsha ocupados por decenas de monjes. Durante el invierno, de noviembre a mayo, cuando los turistas casi han desaparecido, los habitantes de estos valles vuelven a su modo de vida tradicional y es entonces cuando es posible trasladarse varios siglos atrás. También muchos de las celebraciones budistas que tienen lugar se hacen durante el invierno para evitar las molestias de los turistas. Incluso es posible realizar una de las más sorprendentes caminatas del mundo, llamada por los lugareños “Chaddar”, y que consiste en andar sobre el helado curso del río Zanskar desde la aldea de Zangla hasta el mismo Ladakh.
Sikkim
Sikkim fue un estado independiente hasta 1975 cuando tras un referéndum entre sus habitantes decidieron unirse a la India. Este pequeño territorio limita al oeste con Nepal, al norte y al este con el y al sureste con Bhután. Tiene como capital a Gangtok. Situado a los pies del Himalaya es un destino muy importante para los turistas amantes del trekking y del montañismo teniendo entre sus muchas cumbres la tercera del mundo, el pico Kanchenjunga. Llegar hasta esta región es algo complicado debido a la ausencia de aeropuertos. El más próximo, el de la ciudad de Bagdogra está a más de 120 kilómetros. Después 4 horas de pesado viaje hasta Gangtok. Varias aerolíneas como Indian Airlines, Jet Airways o Deccan Air vuelan desde Calcuta o Nueva Delhi. Normalmente, los turistas que visitan Sikkim también pasan por ciudades como Darjeeling y Siliguri famosas por sus plantaciones de té, uno de los mejores del mundo.
El paso Nathu-La entre Tíbet y Sikkim fue abierto hace un año y hay planes de poner en marcha un servicio de autobús desde Gangtok a Lhasa. De momento, aunque los turistas no tienen permiso para cruzar este paso, si puede acercarse hasta él y disfrutar de las vistas.
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