Más allá de Cachemira, al norte de la India, encontramos la enigmática región de Ladakh. Leh, su capital, centinela de la antigua Ruta de la Seda que unía Sinkiang con Asia Central, ya en año 400 a.C. sorprendió al gran viajero chino Fa-Hien por su grandiosidad.
En Ladakh encontramos una mezcla de culturas hinduista, budistas y musulmanas.
En este mes de septiembre, Ladakh celebra una de sus principales fiestas. Sus habitantes se visten con sus trajes tradicionales adornados con ornamentos de oro y plata y con sombreros llenos de turquesas. Bailarines realizan danzas rituales usando máscaras muy coloristas, bailan, extasiados, al ritmo de los timbales, de las flautas y de las trompetas, típicas tibetanas. En las danzas representan leyendas disfrazados de yaks, de león y de Tashishpa. En los antiguos monasterios se despliegan banderas de oración y se exhiben “tankhas”. También se realizan competiciones de tiro con arco y de polo. Además, se puede degustar la típica cocina de Ladakh probando el famoso “chang” y visitar las calles llenas de puestos con exquisitas artesanías y antigüedades de la región.
Como veis, el mes de septiembre es un buen momento para visitar esta remota región conocida como el “Pequeño Tibet”, donde podemos encontrar, tal vez, la cultura tibetana más autentica.
En Ladakh encontramos una mezcla de culturas hinduista, budistas y musulmanas.
En este mes de septiembre, Ladakh celebra una de sus principales fiestas. Sus habitantes se visten con sus trajes tradicionales adornados con ornamentos de oro y plata y con sombreros llenos de turquesas. Bailarines realizan danzas rituales usando máscaras muy coloristas, bailan, extasiados, al ritmo de los timbales, de las flautas y de las trompetas, típicas tibetanas. En las danzas representan leyendas disfrazados de yaks, de león y de Tashishpa. En los antiguos monasterios se despliegan banderas de oración y se exhiben “tankhas”. También se realizan competiciones de tiro con arco y de polo. Además, se puede degustar la típica cocina de Ladakh probando el famoso “chang” y visitar las calles llenas de puestos con exquisitas artesanías y antigüedades de la región.
Como veis, el mes de septiembre es un buen momento para visitar esta remota región conocida como el “Pequeño Tibet”, donde podemos encontrar, tal vez, la cultura tibetana más autentica.
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